Hasta hace poco más de un año, había cosas en nuestro perfecto primer mundo que nos parecían incuestionables, como la libertad.
Pero de la noche a la mañana, necesitábamos un justificante para poder ir tres calles más allá. Los talleres hasta entonces dedicados a confeccionar vestidos de ensueño se transformaron en fábricas de material sanitario que, con el tejido más simple, salvaban vidas. Fue en esos días de máxima incertidumbre cuando el vínculo entre APRAMP y Ulises Mérida se hizo más fuerte, ya que unieron esfuerzos en la confección de mascarillas.
Hay que ver cómo somos, valoramos las cosas cuando ya no las tenemos. Como ser libres.
Lo que pocos saben es que esas mascarillas salvaban unas vidas y hacían libres a quienes las cosían. Mujeres en riesgo de exclusión, víctimas de la trata o la violencia de género que, gracias a haber recibido formación en APRAMP pueden empezar a hilvanar su libertad.
Volvemos a aunar esfuerzos, esta vez para crear desde la libertad.
A Ulises Mérida dedicarse a diseñar, lo que más ama hacer, le hace libre.
A las trabajadoras de APRAMP, confeccionar estas prendas las hace libres.
Quien lleva estas prendas es libre de cómo hacerlo, ya que como se repite desde la marca “no es lo que llevas, lo que importa es cómo lo llevas”
Esta colección reivindica el protagonismo de las manos que construyen, la importancia de la industria de la confección como pieza del motor económico, y sobre todo, defender la moda como algo que, lejos de ser frívolo, te hace más libre.