La colección Primavera Verano 2025 de Kris Goyri transportó al público a una celebración onírica de puestas de sol y naturaleza. En el corazón de su pasarela había un semicírculo naranja, que simbolizaba la puesta de sol, un motivo que parecía guiar su visión creativa a lo largo del desfile. Cuando surgió el primer look, un top bandeau azul unido por un anillo metálico a una falda deconstruida con capas contrastantes de gasa plisada de color naranja y morado, estaba claro que Goyri había estado persiguiendo los colores y los estados de ánimo de los atardeceres a lo largo de las costas de Oaxaca.
“He estado pensando en mirar al sol y ver cómo se transforman los colores a su alrededor”, reveló Goyri en el backstage. “Los pájaros que pasan se convierten en seres místicos a contraluz, y es un momento único”. Esta sensación de belleza efímera se entretejía en el tejido mismo de sus diseños, con sedas plisadas que fluían en vestidos de inspiración bohemia, botones cubiertos de tela que adornaban cinturas y espaldas, y su característica facilidad adoptaba una nueva exploración de siluetas a medida.
La visión de Goyri de un paisaje idílico al atardecer se expresó tanto de manera literal como abstracta. Los pájaros en vuelo, iluminados por el sol de la tarde, se convirtieron en adornos en minivestidos de tubo y tops de corsé. Un conjunto a juego de color naranja vibrante evocaba el reflejo del sol en el océano, mientras que las fases de la luna se interpretaban sutilmente en monos, dando vida al misterio del cielo nocturno. Estos elementos celestes capturaron el encantador movimiento del tiempo y la luz, evocando una sensación de quietud y reflexión.
Equilibrando sus diseños más poéticos había piezas sólidas y ponibles. Un vestido marrón transparente con mangas fluidas agregó un toque terrenal pero etéreo, mientras que un minivestido de línea A inspirado en los años 60 ofreció un guiño a la simplicidad clásica. Goyri también incorporó piezas del día a día con un toque dinámico, como un top asimétrico combinado con una falda con dos aberturas y un traje de falda con estampado geométrico que se sentía divertido y funcional.
El diseñador habló de su deseo de capturar una sensación de alegría y anhelo por los momentos despreocupados de los años 90, y este sentimiento resonó durante todo el desfile. Con sus colores radiantes, detalles caprichosos y siluetas frescas, la colección SS25 de Kris Goyri fue una celebración de la vida, una invitación a saborear la belleza de una puesta de sol fugaz, con toda la vitalidad y la alegría que aporta.