Cuando Kris Goyri se enteró de que estaría organizando su colección de primavera en un campo de agave en Oaxaca, inmediatamente pensó en el gualumbo, la flor que crece de la planta de maguey. El gualumbo vendría a inspirar su colección, después de descubrir su melancólica historia de vida. “El gualumbo nace en la cima de la vida del agave”, explicó Goyri después del espectáculo, “es el florecimiento de la planta que crece directamente hacia el cielo”.
El sol en su cenit y las dulces notas del cantante oaxaqueño Rodrigo Pereyra resonaron en los campos de agave de la comunidad Mitla. Los vestidos y faldas de gabardina y lino -dos materiales con los que Goyri no suele trabajar- ofrecían el peso suficiente para aludir a la dureza de la rama que sujeta la flor de gualumbo. Las espinas del maguey fueron reinterpretadas en los ojales que aparecieron a lo largo de la colección, sumándose a las proporciones maximalistas que eran especialmente visibles en los vestidos de capa. Mientras tanto, las faldas y los pantalones se recortaron en tonos de beige y verde que rindieron homenaje a los campos.
En las manos de Kris Goyri, el esplendor del gualumbo resonó en una vibrante paleta de colores de naranjas, rosas y sedas azules eléctricas para crear una explosión de vida en la pasarela.