Después de una pausa de dos años de los desfiles, Rachel Comey hizo un regreso triunfal a la escena de la moda con su colección Primavera Verano 2024. Conocida por su compromiso con formatos alternativos durante la pandemia, Comey decidió que un lanzamiento de lookbook no sería suficiente esta vez. En cambio, unió fuerzas con el pionero del arte multimedia y de performance Joan Jonas, preparando el escenario para un desfile de moda memorable que desafió las convenciones.
Joan Jonas, una octogenaria alegre, estaba estacionada a mitad de camino de la pasarela con un par de pantalones estampados de Rachel Comey, capturando cada look con su iPhone. La admiración de Comey por Jonas fue evidente cuando la describió como “valiente” y “dinámica” en su uso de diferentes medios artísticos, desde arte de performance hasta dibujos e instalaciones en vivo. La introducción a esta colaboración llegó a través de Soft Network, una organización artística sin fines de lucro, que cierra la brecha entre generaciones de artistas y diseñadores.
La colaboración de Rachel Comey y Joan Jonas fue impulsada por la inspiración de mujer a mujer, lo que resultó en una colección que exudaba positividad y sinergia creativa. A pesar de la desafiante ola de calor de finales de temporada, la energía en el espectáculo fue eléctrica, alimentada por el espíritu compartido de dos individuos que se niegan a estar limitados por las normas de la industria.
La ropa de Rachel Comey a menudo se ha descrito como “básica sin ser básica”, y esta colección no fue una excepción. Las piezas inspiradas en el trabajo de Jonas eran únicas y especiales, sin desviarse hacia el reino de la ostentación. Es una salida refrescante de la pretensión que a menudo puede impregnar tanto la moda como la escena artística.
A lo largo del desfile, hubo claros guiños a la obra artística de Joan Jonas. Una minifalda y un vestido estaban bellamente bordados con flecos, que recordaban a un póster de la galería con el nombre de Jonas. Las separaciones de lámina plateada se hicieron eco de la fascinación de Jonas por las superficies espejadas, con un modelo incluso llevando un espejo de cuerpo entero en el hueco de su brazo, un detalle encantador que trajo una sonrisa a la cara de Jonas. Mientras tanto, las piezas abstractas impresas de jersey parecían inspirarse en el trabajo de video del artista, mezclándose perfectamente con las sensibilidades de diseño coloridas e irreverentes de Comey.
El proceso creativo de Rachel Comey para esta colección fue una aventura en sí misma. Ella y su equipo profundizaron en el vasto archivo de Joan Jonas, usándolo como inspiración para crear textiles, bordados, piezas tejidas y adornos que rindieron homenaje al trabajo de la vida de la artista. El resultado fue un desfile de moda que se sintió como una celebración del arte, la colaboración y la alegría de la experimentación.
