Ballet como musa – La colección Primavera Verano 2024 de Christian Siriano fue una oda a su fascinación infantil por el ballet. Recordó la emoción de estar detrás del escenario, ver un espectáculo cobrar vida y estar encantado por la magia del escenario. “Fue entonces cuando me enamoré de la ropa de noche y la fantasía y de ver a las hadas de la ciruela de azúcar cobrar vida”, explicó. Este amor por el mundo del ballet sirvió de base para su última colección, transformando la pasarela en un escenario donde la moda y la danza convergieron.
La transformación de la oscuridad a la opulencia – El desfile fue un viaje de la oscuridad a la opulencia, encapsulando bellamente la esencia del ballet. La sección de apertura presentaba trajes completamente negros, corsés y sastrería meticulosa, estableciendo un tono dramático. A medida que avanzaba el espectáculo, gradualmente se convirtió en un mundo de pura opulencia. El punto de inflexión estuvo marcado por el look 37, un vestido azul aciano y dorado inspirado en Versalles con un elegante bullicio, que simbolizaba el cambio de la austeridad a la extravagancia.
Detalles inspirados en el ballet – La inspiración del ballet de Christian Siriano fue evidente en cada detalle de la colección. Cintas, tul y exuberante zapato de punta rosa adornaban las prendas, haciéndolas más reminiscencias de los trajes de bailarín que a los atuendos cotidianos. Esta infusión de fantasía y gracia creó una estética única que destacó en el mundo de la moda.