El muy esperado debut de Ludovic de Saint Sernin en la ciudad de Nueva York fue un espectáculo que trascendió los confines de los desfiles de moda tradicionales, atrayendo a una multitud ilustre que incluía luminarias como Marc Jacobs, Jenna Lyons e Inez y Vinoodh. Reconocido por sus diseños que traspasan los límites y celebran la expresión queer y la fluidez de género, de Saint Sernin se ha convertido en un ejemplo de una nueva era de la moda que desafía las normas convencionales.
Un elemento central de su debut en Nueva York fue una colaboración con la Fundación Robert Mapplethorpe, una asociación que tiene un profundo significado personal y artístico para de Saint Sernin. Inspirada en las memorias de Patti Smith “Just Kids” y en el innovador trabajo de Mapplethorpe, la colección rinde homenaje a la diversa obra del icónico fotógrafo, desde su delicada fotografía de flores hasta su provocativa exploración de la escena gay BDSM.
La presentación de la pasarela se abrió con camisetas etéreas de organdí adornadas con flores de terciopelo cortadas a mano, un guiño a las composiciones florales de Mapplethorpe, antes de pasar a vestidos de cota de malla adornados con cristales y blusas diminutas que exudan sensualidad y encanto. De Saint Sernin navega magistralmente por el espectro de la obra de Mapplethorpe, mezclando a la perfección la inocencia con la oscuridad a medida que avanza la muestra.
Inspirándose en el atuendo de oficina de Nueva York de las décadas de 1970 y 1980, la colección presenta gabardinas de cuero, bombers y pantalones con ojales combinados con camisas blancas con botones, un homenaje sartorial a los icónicos autorretratos de Mapplethorpe. Sin embargo, es la atrevida exploración de la sexualidad y la vida nocturna lo que realmente cautiva, con de Saint Sernin empujando los límites del diseño convencional con pantalones y calzoncillos de cuero “traseros”, atrevidamente cortados para revelar una visión provocativa de la piel.
Estas provocativas piezas se remontan a los primeros espectáculos de De Saint Sernin, donde la autoexpresión masculina desafiaba las normas tradicionales y adoptaba una visión más amplia de la identidad. Con cada colección, de Saint Sernin y otros rompedores de reglas continúan desafiando el status quo, ampliando nuestra comprensión de la moda y la autoexpresión.