Medellín (Colombia), 24 jul (EFE).- Un viaje a La Habana bastó para que Beatriz Camacho conectara con la inspiración en medio de un propuesta que la sacó de su zona de confort para entrar en un mundo nuevo de la mano de Bronzini, con una colección que caribeña e inclusiva que deslumbró en la pasarela de Colombiamoda.
En la tradicional Caja de Madera de Plaza Mayor, la diseñadora colombiana presentó 83 prendas entre ropa interior, pijamas, vestidos y salidas de baño, además de accesorios y calzado, en el que primó su sello, fusionó estilos y mostró su toque refinado con la capital de Cuba como referencia.
“Este es un mundo nuevo para mí”, dijo a EFE Camacho sobre el contacto con prendas distantes a las creaciones llenas de sofisticación que salen de su taller, un cambio que supo interpretar en la colección ‘Y desperté en La Habana’.
La diseñadora, nacida en Cartagena, tras dar el sí a la marca Bronzini de Moda Éxito, se fue de vacaciones a Cuba y allí descubrió que su camino creativo se movería en la ciudad apodada alguna vez la “París del Caribe” por su bella arquitectura.
“La Habana, a pesar de ser una ciudad que está como dormida en el tiempo, tiene todo el picante y la sazón. Te despierta sensaciones que no las podemos sentir en el día a día”, sostuvo Camacho.
De esta ciudad que describe como “lenta, sin ruido ni contaminación visual” se dejó permear por las noches de fiesta, la fauna, la flora y algo de su sastrería para encontrarse con la propuesta de moda democrática y diseñar un vestuario lleno de propuestas audaces y elegantes.
“Esto es inclusión en todo sentido y democratización. Fue un ejercicio delicioso que me sacó de la rutina”, comentó la cartagenera, quien destacó haber podido utilizar “telas biodegradables y sentir a Beatriz Camacho en su ADN natural”.
El corazón del desfile
Entre palmeras y al ritmo de son cubano fueron desvelando los diseños en un desfile que arrancó con intensos colores en trajes de baño, salidas de baño, pareos y sombreros para luego ir hacia sonidos con el espíritu del grupo de rap cubano Orishas y modernas fusiones de temas como ‘Guantanamera’.
Más adelante vinieron las rayas, tonos verdes y azules suaves y siluetas más delicadas, que se pasearon por una pasarela en forma de cruz para llenar de un poderoso aire caribeño todo el recinto, donde también sonó ‘Oye cómo va’ en una versión tecno para recibir llamativas pijamas