Para la colección Primavera Verano 2025 de Tibi, la diseñadora Amy Smilovic y su equipo adoptaron la idea de la “imprudencia” creativa. Si bien los diseños de Tibi son conocidos por su enfoque refinado y fundamentado, Smilovic buscó superar los límites de lo que se podía hacer dentro de ese marco. “Tenemos los pies en la tierra, pero al mismo tiempo queremos ver hasta dónde podemos empujar las cosas y seguir sintiéndonos nosotros mismos”, explicó.
Los trajes fueron los protagonistas de la colección, con prendas de sastrería que presentaban detalles inesperados e ingeniosos. Estas piezas fueron diseñadas para transmitir una sensación de confianza fresca. Por ejemplo, el look de apertura mostraba un blazer de botonadura sencilla con un botón en la solapa, lo que permitía llevarlo cerrado en el cuello y creaba un efecto de cuello mandarín. Otras chaquetas jugaban con elementos híbridos, como una que se fusionaba con una cazadora bomber, mientras que otra estaba adornada con bolsillos decorativos ribeteados. El enfoque de Smilovic para la sastrería fue fácil pero innovador, atrayendo tanto a aquellos que disfrutan usando trajes por diversión como a aquellos que los necesitan para el trabajo.
En un movimiento que demostró aún más el enfoque inclusivo del estilo de Tibi, muchos modelos masculinos usaron los mismos trajes, reforzando el atractivo unisex y único de la marca. Smilovic también experimentó con telas tecnológicas, convirtiendo los cortavientos clásicos en blusas holgadas de estilo blusón y agregando cremalleras expuestas a los pantalones de chándal, lo que le dio a la colección un toque deportivo y moderno.
El desarrollo más llamativo de esta temporada fue el énfasis en una silueta de cintura extra caída. Los pantalones y faldas de tiro bajo eran un hecho, pero más novedoso era un suéter con trabillas en el dobladillo, usado con una falda de rayas asimétricas. Las faldas de pañuelo se diseñaron para atarse hacia arriba o hacia abajo, ofreciendo versatilidad, y muchas prendas presentaban paneles en picado que agregaban un volumen inesperado a siluetas que de otro modo serían aerodinámicas.
El final de la colección mostró vestidos de paracaídas con un movimiento notable, sus formas ondulantes crean una sensación de dinamismo en la pasarela. El efecto visual era tan cautivador que uno podría haber asumido que estaba soplando un abanico, aunque no había ninguno, solo el flujo natural de la tela. Este espíritu alegre y desenfadado encapsulaba la esencia de la colección Primavera Verano 2025 de Tibi, que equilibraba la experimentación audaz con la sofisticación característica de la marca.