Harunobumurata presentó su colección Primavera Verano 2026 el 2 de septiembre de 2025, en el Telecom Center Building de Tokio durante la semana de la Colección de Tokio, bajo el tema -YOUR SILENT WATERFALL-. La colección exploró la relación entre las personas y la naturaleza, traduciendo la belleza efímera del agua clara, la niebla, las cascadas rugientes y los ríos que fluyen en ropa real destinada al uso diario. Harunobumurata tenía como objetivo fusionar elementos naturales y urbanos para proponer una imagen relajada pero elegante de la mujer moderna que ama y habita ambos mundos.
El espacio de exhibición se llenó de humo que salía de una instalación central, creando una atmósfera de ensueño como si caminara a través de la niebla. La pasarela se abrió con un vestido de organza ligero que capturó esa sensación de niebla: alrededor de cincuenta capas de organza se retiraron a mano una por una para producir un degradado translúcido que parecía disolverse en el espacio, haciendo que la pieza fuera emblemática de la temporada. Los looks posteriores continuaron congelando momentos fugaces de agua en movimiento en las prendas, incluidos vestidos de camisola adornados con flecos largos e irregulares que evocan salpicaduras, conjuntos de viscosa que se ondulan como olas al caminar y blusas con flecos hasta el suelo inspirados en arroyos entre rocas.
La paleta de colores se extrajo del espectro de la luz y se unificó en tonos pálidos: camiseros azules, tops de organza rosa, vestidos amarillos fruncidos, faldas de sirena verdes y faldas blancas con flecos reflejaban los estados de ánimo cambiantes de la naturaleza sin dejar de usarse en el día a día. Las texturas y los acabados enfatizaron la fluidez y la translucidez, permitiendo que las prendas se lean como superficies cambiantes de agua cuando se ven en movimiento.
El diseñador Harunobu Murata dijo que quería que esta temporada se sintiera un poco más relajada, y esa intención se mostró cuando la mezclilla, utilizada por la marca por primera vez, apareció en la última parte del espectáculo. Una falda vaquera destacó por someterse a más de 20 horas de fruncido a mano seguido de un lavado intensivo, produciendo una sola pieza con una expresión compleja y variada. Estas piezas de mezclilla, que combinan texturas de aspecto natural con costuras intrincadas, agregaron profundidad a una pasarela ligera y flotante.
