El desfile de moda Collina Strada Primavera Verano 2026 se desarrolló en un lugar llamativo, el helipuerto en el extremo sur del centro de Manhattan, con el telón de fondo del East River y un cielo azul prístino a medida que se acercaba la hora dorada. La atmósfera era eléctrica cuando la primera modelo entró en la pasarela, mostrando un voluminoso top de cintura imperio en rosa y verde desteñido, combinado con pantalones cargo de mezclilla globo con un peplum adjunto. Siguiéndole de cerca, otra modelo emergió con un body negro transparente que oscurecía su rostro y manos, complementado con un voluminoso top negro de cintura imperio y pantalones cargo de globos a juego. La alineación continuó con un vestido camisero corto a cuadros azules, seguido de otra modelo con un body de encaje negro debajo de un vestido camisero corto floral, todo adornado con dobladillos de globo. Mientras caminaban, se hizo evidente que cada modelo estaba acompañado por su sombra.
Hillary Taymour, la fuerza creativa detrás de Collina Strada, explicó el significado de las sombras, afirmando que simbolizan las políticas, historias y sistemas que perduran en nuestras vidas, a menudo invisibles para algunos pero evidentes para otros. Con su optimismo característico, Taymour enfatizó la importancia de reconocer el pasado mientras se esfuerza por avanzar hacia la luz. Sin embargo, los observadores astutos podrían haber reconocido un aspecto pragmático de su concepto, ya que señaló que mostrar la versión negra de cada look era una forma de adaptarse al clima económico actual sin dejar de encarnar la esencia de Collina Strada.
Incluso sin el motivo de las sombras, la colección se destacó como una de las mejores de Taymour. Describió su exploración de “grandes formas y volumen de una manera extraña”, lo que resultó en una energía caótica que evocó una sensación de opulencia de los 80 filtrada a través de una lente contemporánea. Esta mezcla de estilos se sintió perfectamente en sintonía con el momento presente. A pesar del caos percibido, Taymour diseñó looks completos cohesivos, considerando cuidadosamente el casting para asegurarse de que los modelos compartieran alturas y complexiones similares, lo que contribuyó a la integridad general de su visión, incluso si se hicieron algunos ajustes durante las pruebas.
Además de sus siluetas audaces, las innovaciones de telas de Taymour continúan impresionando con cada temporada. Mantuvo su compromiso con el reciclaje, asegurándose de que “no se desperdicie ni una sola chatarra” en su estudio. Esta dedicación fue evidente en un delicado vestido de novia, al que se refirió con humor como la “versión negra para el funeral”. Sin embargo, la pieza más destacada fue un abrigo largo a cuadros azules adornado con apliques cuadrados deshilachados. La intrincada construcción implicó capas de tres telas, recortando cuadrados de la capa superior y luego ensamblando la chaqueta, lo que resultó en una pieza que irradiaba la energía y la vitalidad que recordaba a una instalación de James Turrell
La colección Collina Strada SS26 encapsula la visión única de Taymour, combinando comentarios reflexivos con un diseño innovador. Al entrelazar narrativas personales y sociales con una estética sorprendente, continúa ampliando los límites de la moda, creando piezas que resuenan profundamente con el público contemporáneo mientras celebra la belleza de la individualidad y la sostenibilidad.
