El desfile de moda de Mancandy, el 19 de noviembre de 2025, tuvo lugar en un concurrido recinto en Ciudad de México, donde el público se reunió a las 11 de la mañana, una hora desafiante que apenas apagó el entusiasmo. Los invitados llegaron con los clásicos de la marca, un testimonio de la importancia de la marca dentro de la escena de la moda local, esperando con ansias la visión de Andrés Jiménez para la colección Primavera-Verano 2026, titulada “ROOT: ANCESTRAL FUTURE.”
Jiménez, fundador y director creativo, enfatizó que esta colección trataba de “deshacer y rehacer”. Esta intención era palpable en los primeros cinco looks que aparecieron en la pasarela, representando una audaz filosofía de copiar y pegar. Las modelos vendadas que lucían en estas primeras piezas evocaban una confianza en el instinto creativo, sugiriendo que la verdadera visión está más allá de la superficie. No se trataba solo de lo que se presentaba, sino también de lo que no se veía: historias personales, sueños y recuerdos entrelazados para formar una narrativa única e inventiva.
No se podía pasar por alto el destacado sexto look: pantalones cargo adornados con volantes combinados con una blusa entallada con flores, que encarnaban una síntesis lúdica de ideas y estilos. Esta amalgama supuso un punto de inflexión en la colección, donde restos de tela, antes abandonados, se transformaron en algo nuevo. El compromiso de Jiménez con la sostenibilidad se reflejaba en esta filosofía, recordando su infancia dedicada a coser con los materiales sobrantes de su madre. “Todo se trataba de atar y coser y hacer algo con lo que se había tirado”, explicó, reforzando este tema a lo largo del programa.
El enfoque de Mancandy hacia la fluidez de género fue otro aspecto llamativo. La colección entrelazaba una estética romántica de rave, uniendo suaves tonos pastel con estampados militares y siluetas estructuradas, creando un diálogo atractivo entre estilos masculinos y femeninos. Esta armonía parecía deliberada, como si el diseñador buscara crear un espacio donde cada persona pudiera encontrar algo destinado a ella. Cada pieza estaba impregnada de un sentido de identidad, que reflejaba el propio viaje y las experiencias de Jiménez. El ancla emocional de la colección surgió a través de una conmovedora dedicación a su madre. A mitad del desfile lleno de energía, los sonidos nostálgicos de José Luis Perales llenaron el espacio, vinculando la colección con las raíces del diseñador. “Le llamaban loca” resonó profundamente, tocando una fibra no solo en el pasado del diseñador, sino también atrayendo al público a un paisaje emocional compartido teñido por recuerdos y aspiraciones familiares.
La influencia de Almodóvar fue muy grande, aunque sutil. Los elementos exagerados y glamurosos de la colección tenían un toque claramente al estilo Almodóvar, lo que sugiere que si el cineasta se adentrara en una historia sobre ravers modernos, Mancandy proporcionaría un vestuario ideal. Se sentía inherentemente cinematográfica, con colores y formas maximalistas que celebran lo escandaloso y lo bello a partes iguales.
La artesanía de cada pieza reforzaba la filosofía de la marca, con cada pieza producida a mano en su estudio de Ciudad de México. Esta atención al detalle fomentó una rica mezcla de diversas disciplinas—moda, música, arte y tecnología—creando una colección que se erigió como una audaz exploración del yo y la identidad. Mientras las modelos desfilaban por la pasarela, parecían invitar al público a reflexionar sobre sus propias historias, sueños y las raíces que moldean quiénes son.
Al final, la colección Mancandy Primavera-Verano 2026 no solo presentó moda; Ofrecía una experiencia, un tapiz vibrante tejido a partir de la narrativa personal y el anhelo colectivo, mostrando cómo la identidad y la creatividad pueden florecer incluso en medio del caos. El programa se convirtió en una celebración de lo que significa honrar el pasado mientras se da un paso audaz hacia el futuro, dejando a los espectadores reflexionando sobre la intrincada relación entre la memoria, la creatividad y la expresión personal.
