Existe una doble intención de que se pueda combinar el exterior con el interior, lo ÍNTIMO con lo OUT. Como siempre en TCN, todo encaja como por arte de magia, todos los colores y prendas se combinan unos con otros porque existe un denominador común que es el sello de la marca TCN que lo empapa todo.
Estamos ante una colección TCN prèt-a pôrter de invierno cuyo pilar fundamental es la mezcla como esencia. En este caso en la utilización de colores secundarios, como son el ocre, los azules y los verdes. Se identifican tres paletas de color diferentes pero a su vez complementarias y totalmente combinables entre sí.
Cualquier dibujo TCN tiene un toque de gris, ya que es esto lo que ayuda a que la prenda sea fácilmente combinable con todo. Los estampados son más bien falsos lisos, siempre sutiles y muy poco estridentes.
La seda es un tejido bestseller de TCN una vez más. Resulta un compañero de viaje ideal para el punto y en general para blusas, camisolas y blusones que en algunos casos son estampados y en otros se confeccionan al revés para aportar mayor suavidad a la piel.
Los vestidos de seda y los jerséis con patronajes especiales dan una vuelta de tuerca a los clásicos tricots invernales. Tricots de cashmere para unas capas que por su calidad, suavidad y colorido son una de las piezas estrella de la temporada puesto que son el “sobretodo” perfecto para cualquier seda. O el tricot soft que, al combinarse esta vez con piel, convierte un simple chaleco de punto en una solapa ideal para abrigos.
Las prendas de abrigo como chaquetas y abrigos, hechas en lana o en fieltro, han supuesto un campo sobre el que idear nuevos y creativos patrones que abundan en las aberturas laterales bajo costuras que atraviesan la prenda en su parte inferior. Asimismo los chaquetones y los abrigos de doble faz tienen unos maxi cuellos que al abrocharlos y darles la vuelta confieren a la chaqueta un aire de prenda campera pero a la vez idónea para cualquier momento.
En la lencería la blonda, tintada en “tinto fredo”, es la máxima revelación, prendas que parecen rescatadas de un baúl mágico donde los culotes, los sujetadores y los mini shorts cobran vida por sí mismos.