La nueva colección de verano germina entre dos variantes que encauzan caminos diferentes, el estudio de las texturas visuales y táctiles, trabajadas en blanco y negro (rafias, plisados, rejillas…) y el estudio del color mediante tejidos más lisos con mezclas luminosas trabajados con transparencias (organzas, gasas de seda…), superposiciones (chantilly, guipur…) y estampados con motivos aguados pictóricos.
El motivo floral coge protagonismo esta temporada en el chantilly, guipur, estampados y con volumen en las prendas.
Las variaciones cromáticas se concentran en las gamas cálidas como el fucsia, los rosas, los naranjas entremezclados entre sí, surgiendo así nuevos ambientes de color.