Enfrentando ideas y materiales se crea una nueva armonía a base de unir extremos opuestos. Ambiente hippie y estampados sicodélicos, a veces pixelados. Siluetas que recrean los sesenta, aunque con tejidos texturados, tecnológicos, muy del siglo XXI.
Faldas y vestidos muy cortos o muy largos. Jerséis de galgas gruesas, voluminosos, se llevan con prendas de gasa ligera y vaporosa. El punto grueso declina una paleta de tonos oscuros, invernales; el punto fino pone la nota de color. Prendas urbanas, con acabados rústicos, envejecidos, suaves, teñidos en prenda. Son artesanales. La seda se mezcla con lo deportivo. Una colección de contrastes que se mueve entre conceptos antagónicos.
Fotos cortesia de 080 Barcelona