“La conjetura de Poincaré” pretende discernir la topografía del universo, explicando la relación entre formas, espacios y superficies. Esta teoría busca clasificar cualquier figura en una más simplificada que cumpla las mismas propiedades. La colección muestra una narración lineal sobre el transcurso del estudio del teorema. Los tejidos de sastrería en contraposición con los técnicos, de la misma manera que los estampados digitales con bordados manuales, traducen el proceso de creación científica. El constante diálogo de las manos con la tecnología. El blanco como lienzo, principio del proceso creativo. El gris como un transcurso del pensamiento, prueba error. Los colores planos como resultados, demostración.
Fotos: cortesia de 080 Barcelona