Alexandre Vauthier adoptó un enfoque diferente con su colección de Alta Costura Otoño Invierno 2023-24. Alejándose de su extravagancia característica, Vauthier abrazó la sobriedad y el equilibrio, creando una colección que mostraba su dominio de las siluetas cortadas y afiladas. El espectáculo, ambientado en un contexto de melodías de Erik Satie y Leonard Cohen, reveló el deseo de Vautier de basar su trabajo en sus fundamentos esenciales.
Vauthier buscó conscientemente sobriedad y encanto en su colección, eligiendo trabajar con modelos experimentados como Karmen Pedaru, Carmen Kass, Élise Crombez y Georgina Grenville. Estas mujeres, que exudan gracia y confianza, caminaron por la pasarela con un mínimo de maquillaje y cabello recogido, enfatizando su belleza natural. La ausencia de tacones de aguja y tacones de aguja enraizó aún más las siluetas en la realidad, reflejando el estado de ánimo prevaleciente de la época.
El esquema de color de Vautier adoptó una paleta neutra, proporcionando un lienzo elegante que resaltaba la individualidad de cada pieza. Al renunciar a los colores bulliciosos, permitió que la artesanía y el corte de las prendas tomaran protagonismo. Esta búsqueda del equilibrio resonó con el deseo del diseñador de crear moda que encuentre armonía en medio del ruido y la dureza del mundo.
Como maestro sastre, Vauthier mostró su destreza empujando los límites de las técnicas de alta costura. Mientras mantenía una silueta esbelta y alargada, experimentó con drapeados, asimetrías, trenes y capas, agregando sensualidad y drama a vestidos fluidos y pantalones que abrazan la figura. Las piezas sartoriales exudaban presencia y precisión, ejemplificadas por un traje pantalón de terciopelo meticulosamente elaborado con solapas de satén de bordes afilados.
La habilidad innata de Vauthier fue evidente en toda la colección, puntuando la pasarela con impresionantes espectáculos. Entre ellos, un leotardo elástico negro se destacó cuando la espalda se extendió en una capa ondulada adornada con intrincadas cuentas de plata. Destellos de lamé bronce y dorado, ricas texturas de brocado y rosetas con volantes plissé que explotan desde tops ajustados combinados con leggings finamente plisados agregaron un alto impacto visual a la colección. Incluso en su búsqueda de la esencialidad, el encanto de Vautier permaneció intacto, caracterizado por gestos audaces y seguros.