El dúo de diseñadores Sarah-Linh Tran y Christophe Lemaire amplificaron su característico lujo tranquilo para el otoño de 2025, abrazando una confianza enérgica que reinventa los elementos básicos del guardarropa con proporciones dinámicas y detalles bien pensados.
“Hay una intensidad en la vida que exige que nos mantengamos presentes y alerta”, explicó Tran después del desfile, marcando el tono de una colección que pasó de la despreocupación a una elegancia más afilada y asertiva. Los hombros marcados, las cinturas ceñidas y las prendas de abrigo de cuero entalladas ocuparon un lugar central, proyectando fuerza y refinamiento en igual medida.
Equilibrando la utilidad y la fluidez, los diseñadores yuxtapusieron abrigos estructurados, trajes inspirados en los años 70 y prendas de trabajo con la suave sensualidad de las faldas globo y los vestidos de corte al bies. Este juego de contrastes destiló lo que Christophe Lemaire describió como “una extraña normalidad”, ofreciendo piezas que se sentían intrigantes y fáciles de usar sin esfuerzo.
Las sutiles actualizaciones de diseño le dieron frescura a los clásicos familiares. Las proporciones se reelaboraron para alargar la silueta, mientras que los paneles y dobladillos asimétricos introdujeron una sensación de movimiento y espontaneidad, como si las prendas se hubieran puesto de manera informal pero intencional. Los detalles funcionales, como los bolsillos, se colocaron torcidos, creando intriga visual y mejorando la practicidad.
Los accesorios, creados en colaboración con el taller de diseño Carl Auböck, con sede en Viena, añadieron un toque poético. Objetos cotidianos como lupas, bolígrafos y pinceles se transformaron en joyas como talismanes, fusionando la funcionalidad con el arte.
Las capas sobrias subrayaron la precisión de la colección, enfatizando los escotes cincelados, las solapas esculturales y los contrastes táctiles. Una paleta tonal de neutros estuvo marcada por toques de bermellón, amarillo pálido y tonos de azul y lavanda, animando aún más la alineación.
A medida que las pasarelas parisinas gravitan hacia los clásicos atemporales, Lemaire caminó al ritmo de este movimiento mientras mantenía su voz distintiva. Con su colección Otoño 2025, la marca presentó una clase magistral sobre el equilibrio entre lo discreto y lo impactante, demostrando que el lujo silencioso puede hacer una declaración audaz.