El 10 de julio de 2025, Aelis Couture presentó su colección de Alta Costura Otoño-Invierno 2025-2026 en la Semana de la Alta Costura de París, presentando una visión impregnada de emoción, artesanía y una conmovedora exploración del amor universal. La directora creativa, Sofia Crociani, recurrió al poder simbólico del color, específicamente el rojo, como vehículo para comunicar una experiencia humana compartida. Alejándose del tema de la bondad de la temporada anterior, esta colección llegó más allá, con el objetivo de conectar a través de un sentimiento más elemental y visceral.
La colección abrazó el rojo en todo su espectro expresivo, desde los suaves tonos rosados hasta los intensos burdeos y carmesí. Esta paleta de colores actuó como ancla visual y corriente emocional, ofreciendo un tono unificador a través de una amplia gama de siluetas y fabricaciones. El ambiente osciló entre lo etéreo y lo estructurado, subrayando la versatilidad del tono elegido y la construcción reflexiva detrás de cada pieza.
Las inspiraciones de Crociani llegaron hasta la antigüedad, concretamente el antiguo teatro grecorromano de Hierápolis, dando como resultado prendas que combinaban referencias históricas con el refinamiento contemporáneo. Lo más destacado del desfile fue un vestido drapeado con hombros descubiertos en seda burdeos profunda, cuyo movimiento acentúa el cuerpo con tranquila gracia. En otro punto destacado, un corpiño de terciopelo elaborado con una antigua técnica de corte de sable se combinó con una falda de organza blanca fluida, mostrando el compromiso de Crociani con el volumen y la textura a través de la manipulación de la tela en lugar del exceso.
La innovación de materiales y la sostenibilidad siguieron siendo fundamentales para la colección. Crociani continuó su colaboración con la Ópera de París, reciclando cintas metálicas de los archivos del teatro para crear un vestido transparente y voluminoso estilo tutú. Esta pieza, como muchas otras en la muestra, reflejó la filosofía del diseñador de que la belleza puede surgir de la memoria colectiva y los materiales reimaginados. Las delicadas superposiciones de encaje, los bordados de piedra volcánica y las lentejuelas recicladas aportaron una sensación de historia y transformación, y cada detalle contribuyó a una narrativa más grande que la propia prenda.
La interacción entre fragilidad y fuerza fue una característica definitoria de la colección. Las capas transparentes se contrarrestaban con fuertes elementos estructurales, mientras que los adornos refinados suavizaban las formas más rígidas. Estas tensiones se manifestaron en las siluetas, que iban desde onduladas y orgánicas hasta nítidamente contorneadas, siempre teniendo en cuenta la armonía y la proporción.
La colección Otoño-Invierno 2025-2026 de Aelis Couture demostró cómo la moda puede trascender el lenguaje y la geografía para hablar directamente al corazón humano. A través del poder emotivo del color y la integridad de la técnica artesanal, Sofia Crociani ofrecía más que alta costura: ofrecía conexión. En una temporada definida por la universalidad, su trabajo se erigió como un tributo a la herencia colectiva y un gesto esperanzador hacia un futuro más compasivo.