La colección Primavera-Verano 2025 de Wes Gordon para Carolina Herrera fue una clase magistral de elegancia gráfica y segura. Presentada en Liberty Place, la colección adoptó formas audaces, colores limitados y los detalles florales característicos de Gordon, todo lo cual contribuyó a un estado de ánimo vibrante y optimista, algo muy necesario en el clima actual.
La decisión de Gordon de restringir la paleta de colores a solo seis tonos (negro, blanco, rojo, rosa, amarillo y un delicado azul apodado “delfinio”) permitió que los diseños tuvieran un fuerte impacto visual. El desfile abrió con una serie de looks en blanco y negro inspirados en el divertido empaque de la fragancia debut de Carolina Herrera de 1997. Este llamativo monocromo dio paso a vivos tonos de lápiz labial rojo y rosa, seguidos por el alegre amarillo taxi y el fresco y refrescante azul delfinio.
Los pantalones capri hicieron una declaración esta temporada, mostrando una influencia de torero cuando se combinaron con un blazer largo negro con botones en la parte delantera con intrincados bordados de rafia de cachemira, cuentas y lentejuelas. Gordon también jugó con la silueta, particularmente con una nueva forma de cintura que se corta en la parte trasera y se hunde en la parte delantera, vista en elegantes pantalones cortos negros combinados con una camisa blanca de Herrera. Esta mezcla de sastrería elegante con un diseño divertido creó un look moderno pero atemporal.
Las flores siempre han sido un sello distintivo de Carolina Herrera, y Gordon continuó esta tradición con grandes flores de seda hechas a mano que adornan varios looks. Una pieza destacada presentaba una rosa negra en el hombro de un deslumbrante top negro con una sola manga con volantes, combinada con una falda negra transparente bordada con motivos florales. La adición de flores en los elegantes moños de las modelos reforzó la sensación fresca y primaveral de la colección.
La ropa de día era igualmente desenfadada pero lujosa, con conjuntos de falda de punto salpicados de bordados florales y ribeteados en encaje, reflejando la tendencia de la lencería. Los vestidos de punto drapeados en “Happy pink” agregaron un toque de color, mientras que la sastrería clásica en lisos y cuadros de pata de gallo atendió a la creciente clientela de la marca que busca sofisticación en su guardarropa diario.
La ropa de noche fue nada menos que asombrosa. Gordon presentó un vestido de gala de cintura caída de lunares en blanco y negro inspirado en los años 80, un vestido de reloj de arena de faja de seda azul con crinolina que parecía flotar y un espectacular vestido rosa sin tirantes con cola, diseñado para parecer como si “alguien hubiera arrojado una carretilla de flores” sobre él. Estas piezas destacaron el talento de Gordon para el drama y su capacidad para crear diseños memorables y llamativos.
A lo largo de la colección, Gordon enfatizó las expresiones limpias de la forma y la figura. “Se trata de confianza”, explicó, señalando que quería que la ropa se sintiera sencilla y sin complicaciones. Ese enfoque en la claridad permitió que la artesanía y los elementos de diseño audaces brillaran, lo que hizo que esta colección se destacara para la temporada.
Wes Gordon continúa consolidando su lugar como una voz líder en la moda de Nueva York, aportando innovación y elegancia atemporal a la marca Carolina Herrera. La colección de esta temporada, con su mezcla de sastrería segura, flores atrevidas y siluetas llamativas, ejemplificó su visión de la feminidad moderna.